domingo, 5 de abril de 2009

TEÓRICO 2, S. ISIDRO, 1/3/ 2009
El estudio de las masas comenzó a finales del siglo XIX, en Francia e Italia, países que sufrieron magnicidios y motines anarquistas. Tal estudio no tuvo como origen la curiosidad intelectual, sino el miedo que infundían las masas. Este miedo fue consecuencia natural de los acontecimientos históricos, sociales, políticos y económicos de los dos siglos anteriores, el período comprendido entre la Revolución Francesa en 1789 y la I Guerra Mundial de1914,caracterizado por un gran número de huelgas y rebeliones en los principales países europeos, que alcanzaron su punto culminante en la Revolución Rusa de 1917. En Europa se produjo un aumento demográfico, consecuencia de la revolución industrial. Grandes masas de personas se trasladaban desde el mundo rural hasta las grandes ciudades, donde podían encontrar empleo debido al gran número de mano de obra que necesitaba la industria. Las clases bajas comenzaban a entrar en la historia, cosa que no habían hecho antes.
Los primeros estudiosos de las masas pertenecen a los estratos más altos de la sociedad que veían en las masas una amenaza, por ser irracionales y peligrosas. Las masas constituían una amenaza para la esfera pública de la sociedad.
Con el objetivo de conceptualizar las masas, se hace necesario distinguir entre esta forma de agrupamiento y otras, como son, los grupos y las sociedades. Grupos, masas y sociedades son tres diferentes manifestaciones de agrupamiento social. Los fenómenos de agrupamiento son directamente observables en la realidad social; esto es, su existencia es susceptible de comprobación empírica. Se dan en la realidad de un modo unitario y total, no siendo confundibles con las personas que los constituyen.
Etimológicamente, masa aparece en el castellano entre los años 1220 y 1250 proviene del latín massa que significa “masa, amontonamiento, pasta”, es decir, un todo homogéneo, indiferenciable en sus componentes y amorfo en sus contornos, y solamente comprensible en su sinteticidad. Masa es un término más “masivo” que muchedumbre o multitud (del latín multus, muchos)
No hay que pensar que fueron únicamente los primeros teóricos de este fenómeno Freud, Le Bon, Mac Dougall o Trotter, sino que también sabios de la antigüedad, los clásicos, ya utilizaban vocablos similares para referirse a las masas. Los griegos hablaban de “polloi”, y los romanos, de “multitudo”, es decir, en ambos casos, de los muchos, la mayoría; o bien se utilizaban algunos de los términos despectivos para la muchedumbre como turba, palabra empleada por Polibio para referirse a la democracia de masas en estado de desorden civil.
Desde la antigüedad, se viene insistiendo en la peligrosidad de las masas. Solón consideraba que un ateniense era un zorro astuto, pero un grupo de atenienses era un rebaño de ovejas. Por su parte, Federico el Grande confiaba en todos y cada uno de sus generales tomados individualmente, pero los describía como locos cuando estaban juntos en un consejo de guerra. No obstante, esta perspectiva dominante no fue la única. Así el propio Aristóteles afirmaba que cuando las gentes se reúnen en buen número tienen una facultad colectiva de juicio que les da el don de la superioridad, convirtiéndose en personas capaces de ver todos los aspectos de una cuestión u de alcanzar una conclusión justa. Es más, Aristóteles y distinguía claramente entre las asambleas populares bien ordenadas y las muchedumbres agitadas por demagogos.
A modo de disparador, un ejemplo histórico en la Argentina, para introducir el fenómeno de masas.
En 1978 aparece la revista Humor en Argentina que con humor satírico se convirtió en el medio más crítico hacia la dictadura

Martes 30 de marzo de 1982: la CGT organiza una huelga masiva.

El gobierno de Galtieri parecía desmoronarse en medio de la impopularidad de la dictadura. Las consignas fueron "Paz, Pan y Trabajo". Una brutal represión arrojó
heridos y 4000 detenidos en todo el país.En Buenos Aires, la Plaza de Mayo reunía a miles de personas pidiendo por la salida de Galtieri del poder.
El viernes 2 de abril de 1982, los diarios anuncian que las Islas Malvinas han sido recuperadas.

El Gobierno busca dar un golpe de efecto en la sociedad, y a pesar de "ocupar las islas para negociar”, el estallido entusiasta de la gente, los lleva a “ocupar para combatir”. Al día siguiente del desembarco Margaret Thatcher anuncia el envío a las islas de una poderosa flota británico.
Tapa de la revista Gente, mayo de 1982

Esto fue parte de la propaganda de triunfo que implementaron los militares con ayuda de algunos periodistas. En la Argentina, mientras las noticias hablaban de una victoria del ejército argentino, los medios europeos afirmaban lo contrario.
Escena 1
Recuerdo un chiste gráfico de la Revista Humor, de aquel entonces.
El presidente Galtieri, tambaleante, borracho, con hipo, hallándose en el palco presidencial de la Casa Rosada, dirige su discurso al pueblo argentino: “El Proceso Militar…” y éste le responde con silbidos, y palabrotas.
A continuación, continúa: “Porque las Malvinas “…y el pueblo aplaude.
Así se suceden las gráficas, con idéntico esquema, hasta que en el cuadro final, Galtieri, se da vuelta y dirigiéndose a sus compañeros de palco, les dice:
¡Qué manga de ciclotímicos! ¿Quién los entiende?

Ambas movilizaciones, la del Paro Nacional y la de Malvinas, entonaron consignas bien diversas. La multitud cantaba “Ya saben todos que Malvinas está de moda, la Reina llora, la Reina llora” y “el que no salta es un inglés”. Hubo otros cánticos: “Las Malvinas son de los trabajadores, no de los torturadores” y “las Malvinas son argentinas, los desaparecidos también”.
¿Cómo fue posible que la misma gente que había sido reprimida en la huelga del 30 de marzo, tres días después, apoye la recuperación de las Malvinas? ¿Cómo pasaron de gritar “se va a acabar/la dictadura militar” a entonar “se acabó/se acabó, la colonia se acabó”?
Bárbaros, influenciables, irracionales, incultos, respondería Le Bon, a la “ciclotimia” del pueblo argentino, en un hipotético diálogo con Galtieri (ideológicamente afines, si sumada a la tradición militar de Le Bon, podemos entrever el sesgo totalitarista de sus escritos)
Gustave Le Bon (1841-1931) publica “Psicología de las masas “, en 1895, dedicado a su condiscípulo Ribot, como respuesta a la Comuna parisina de 1871.
Las ideas de Le Bon no eran originales. Tomó prestados la mayor parte de sus argumentos sin citar su origen, de autores alemanes que compartían el enfoque de la Psicología de los pueblos (Wundt), del pensamiento criminológico y psicosocial contemporáneo desarrollado en Italia (Lombroso, Sighele), de las tesis nacionalistas de otros pensadores franceses de su época (Gobineau, Tarde), e incluso de médicos como Pasteur y Koch (de ellos tomó la idea de contagio). De hecho, Sighele (1898) acusó públicamente a Le Bon de plagio.
Cuando Freud lo aborda en 1921, en su artículo “Psicología de las masas y análisis del yo”, (conjunción de “grupo” y “yo”, largamente ignorada por el psicoanálisis) ya había más de una veintena de ediciones publicadas en Francia de la obra de Le Bon.
Marie Langer, en 1974, en una clase en la Universidad Nacional de La Plata, refiere:
“Psicología de las masas” tiene su origen ya alrededor de la época de 1917 –revolución en la Rusia Zarista y surgimiento de la U.R.S.S.-. El ejército y la iglesia, muy reaccionarios en esa época, son los motivos de preocupación de Freud, aunque no lo explícita; preocupación acerca de lo que pasa en las masas y el miedo a las masas. Freud era humanista, era liberal. En esa época, ser liberal era honroso y Freud fue uno de los últimos humanistas. "
Contextualizando también las condiciones históricas de producción de ese período, cabe la menuda mención de la primera guerra mundial, de 1914 a 1918. Freud tenía dos de sus hijos incorporados al ejército. Tiene lugar también, la caída del Imperio Austrohúngaro, en 1919.La posguerra había sumido a Austria en la más absoluta miseria.
Detengámonos en el título
Masa en alemán (mass) alude tanto a los pequeños como a los grandes grupos. El paralelo entre ambas formaciones, masa y yo, es anunciado desde el título.
Si retomamos la doble función y estatuto que Freud en “Introducción del Narcisismo” otorga al Sujeto, en tanto fin para sí mismo y participando de una cadena independientemente de su voluntad, podemos inicialmente, afirmar que lo individual y lo grupal confluyen en el sujeto singular.
Esta idea es introducida desde las primeras líneas: en un mismo espacio psíquico coexisten y se oponen actos narcisistas y actos sociales. La búsqueda de satisfacción pulsional daría cuenta de lo primero; y los vínculos (Freud incluso menciona pocos y los más cercanos o cotidianos) no duda en denominarlos fenómenos sociales. El Otro integra el psiquismo ocupando posiciones en tanto modelo, objeto, auxiliar y rival, en este orden sucesivo, por lo que toda psicología individual es simultáneamente psicología social.
Este paralelo entre masa y yo, puede planteárselo en términos de semejanzas, puntos de contacto o de diferencia, incluso conflicto: sin embargo, en los inicios de la vida mental ambos se conforman y constituyen como una misma y única representación psíquica.
En cuanto al lazo social, éste se construye, no es un dato natural. Freud rechaza la idea de ser gregario, reemplazándola por la tesis de un ser de horda, cercana a la de Darwin.
El problema oposición individuo-sociedad, no está suprimido sino planteado con la hipótesis narcisismo-relación con el otro. El sujeto se constituye y opera en relación al otro.
La psicología de masas planteada por los autores que cita Freud, se basa en la noción de sugestión como explicativa del fenómeno colectivo. A esto opone Freud su tesis del amor.
Amor en sentido amplio, que no se opone a la sugestión sino que la incluye, Freud la explica bajo otro carácter: enlace libidinal. El acepta en general las descripciones de los fenómenos colectivos tal como lo formulan los otros autores, pero lo que define la intervención psicoanalítica es el aporte de otra interpretación autónoma, original, sobre la naturaleza psíquica de estos fenómenos. Se trata de dar fundamento al vínculo social.
Freud analiza las masas artificiales, propiedad que caracteriza debido a que se trata de grupos grandes en los que se ejerce una obligatoriedad, una coerción externa que imposibilita al sujeto salirse de ellas con facilidad: son el ejército y la iglesia.
Algunas reflexiones de Le Bon que no están en el texto freudiano:
“hemos entrado en la era de las masas que señala la irrupción legal de las masas en la política”. El factor racial ocupa el primer rango ya que “es más importante que todo lo demás, en las ideas y creencias de las masas” “una masa latina apunta al estado; la inglesa o americana a la iniciativa privada; la francesa a la igualdad…” “la diferencia de raza engendra distintas especies de masas y naciones”…” La masa es intolerante y femenina, las latinas son las más femeninas”.
Y en relación a lo femenino dice:
“En las más inteligentes razas hay un largo número de mujeres cuyo cerebros son comparables en la medida de la de los gorilas. Todos los psicólogos que estudiaron la inteligencia de las mujeres reconocen hoy, que ellas representan la más inferior forma de evolución humana, igual que los niños y los salvajes”.
“La inconstancia, ausencia de pensamiento y lógica e incapacidad de razonamiento existen en algunas distinguidas mujeres…” “que superen el promedio masculino es una excepción, como el nacimiento de un monstruo, por ejemplo un gorila con dos cabezas...” “el deseo de darle a ellas algo de educación y proponerle metas, es una quimera peligrosa”.

¿Cuáles eran las reflexiones acerca de las masas en el circuito académico argentino, de fines de siglo?
José María Ramos Mejía (1850-1914) escribe en 1899, “Las multitudes argentinas”. apoyándose en el texto de Le Bon.
Era un psiquiatra y político de fines del siglo XIX, de familia aristocrática, que fundó y presidió el Círculo Médico Argentino, promovió la creación de Asistencia Pública, creó la cátedra en Medicina de Enfermedades Nerviosas y publicó varios libros entre ellos “Neurosis de los Hombres Célebres en la Historia Argentina”, primer texto psiquiátrico argentino de 1878.
Son años de corrientes inmigratorias europeas, los hospicios se veían atestados de inmigrantes. La combinatoria “dinero y lucro”, era explosiva; la sed de oro de italianos, españoles, conllevaba indefectiblemente a la “locura del inmigrante” para este autor.
Ramos Mejía, coincidía con Le Bon en que la acción de una multitud o bien respondía para él a un retorno del salvajismo, del primitivismo de la especie, o bien (y en esto se diferenciaba) era signo de emancipación contra la servidumbre.
Como discípulo superó ampliamente al Maestro, en dos cuestiones.
Mientras para Le Bon, cualquiera, aun el hombre más culto, al estar en masa realiza una regresión mental a la barbarie, se transforma en un bárbaro, como un efecto propio de cualquier multitud, dada la conformación de un “alma colectiva”, Ramos Mejía, extrema la perspectiva aristocrática y elitista de Le Bon, y no cualquiera puede formar parte de una multitud, sino que se necesita una estructura mental previa específica para integrarla:
El verdadero hombre de la multitud ha sido el individuo humilde, de conciencia equívoca, de inteligencia vaga y poco aguda, de sistema nervioso relativamente rudimentario e ineducado”
Sobre la condición femenina de la masa, Ramos Mejía la multiplica. Considera que la masa, no solo es mujer, sino una prostituta que se entrega ciegamente a su señor. Y aun cuando un buen vecino, intente salvarla, ella, haciendo caso omiso, insistirá por más.
Y en relación a esto último, la sumisión, como el ejemplo de la prostituta con su cliente, retomaremos esto.
Freud habla de pulsiones inhibidas en su fin, de identificación, amor, en el centro de los lazos que ligan a los miembros con el líder.
Sitúa al líder como condición de masa, en base a la creencia, la ilusión de cada uno y todos, de ser amados por él.
En el vínculo que establece con sus liderados, dirá Lewcowicz desde una perspectiva histórica:
“las figuras que adopta el liderazgo, son muy diversas. El vínculo despótico se establece cuando el saber del líder (que puede ser racional o carismático en su estilo) se impone integralmente sobre el de los liderados. El vínculo didáctico se establece cuando el saber del líder se transmite a los liderados por la vía del aprendizaje. El saber del maestro se transmite hacia abajo, pero hay sólo una usina de saber, un sólo centro desde el que se difunde. El liderazgo interpretativo (característico de la asamblea ateniense) parte del hecho de que nadie sabe a priori cuál es el mejor curso de acción. Por eso se ha llamado a la asamblea…”
Líder, el Otro con mayúscula, subrogado paterno, autoridad simbólica; el otro que opera a la manera de modelo en la identificación lo que da cuenta de la distancia y asimetría que luego se establecerá en cada yo de los miembros de la masa respecto al líder.
El fenómeno de obediencia en la pertenencia a una masa, que también tiene lugar en la sumisión del enamorado sufriente, en la docilidad del hipnotizado, en lo displacentero del síntoma, en la fascinación del alumno, discípulo, seguidor por el Maestro.
Escena 2
Del film “El Gran Dictador” de Chaplin, (1940), en el que Astolfo Hynkel, toma en sus manos un globo terráqueo, dice: “Cesar o nada…emperador del mundo…mi mundo” y danza al compas de Lohengrin de Wagner, con el globo terráqueo hasta que explota. Cortejo narcisista del tirano de Tomania, fascinación consigo mismo y el poder.
http://www.youtube.com/watch?v=3ufGTd1Hpfg
En la masa, cuanto del consenso, de un único discurso, se anuda con el silenciamiento de la voz propia; una sola voz, la del Líder acallando las voces del resto. Masoquismo, temor al padre, líder, hipnotizador.
Escena 3
Slavoj Zizek, en el documental “Manual de cine para pervertidos”, (2006) de Sophie Finnes,(ver link http://lafuga.cl/articulos/el_cine_segun_slavoj_zizek/)
da cuenta del estatuto de la voz en diversas películas, entre ellas, en la escenificación de Chaplin en los discursos en “El Gran Dictador”.
Solicita al espectador que cierre los ojos, se centre en la voz de Hynkel; señala que la voz funciona como objeto autónomo parcial, órgano sin cuerpo, que se automatiza e independiza del cuerpo y el portador, la voz, en su dimensión traumática.
http://www.youtube.com/watch?v=cq9u5KUHFVU

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